lunes, 21 de marzo de 2016

MUNICIPALIDAD DE CHIMBOTE TIENE CONVENIO CON ULADECH CATÓLICA PARA DESHACERSE DE RESTOS DE CADÁVERES EN BOTADERO MUNICIPAL DE BASURA


Alumnos comparten fotos de los restos de intestinos y demás viseras de los cadáveres que son materia de estudio en las carreras médicas, depositados en bolsas de basura negra y embarcada en el carro recogedor de basura municipal para su desecho en el relleno sanitario de la ciudad ubicado entre los Distritos de Chimbote y Coishco.

Trabajadores municipales indican tener un “convenio” para pasar recogiendo los restos humanos en descomposición en bolsas comunes de basura, recibiendo una compensación económica por dicho “servicio” aduciendo que el actual alcalde provincial Julio Cortez Rojas del partido político Río Santa está al tanto de dicho convenio irregular.

La universidad no cuenta con crematorio para deshacerse de los restos como exigen las normas de derecho internacional y nacional en el manejo de cadáveres. A ellos sumamos que es un grave atentado contra la salud de la población.

Un hecho escalofriante e insalubre  de la gestión del rector Julio Dominguez en Uladech en Chimbote. Una universidad que por años ha venido ejerciendo esta irregular practica de bioseguridad en la población Chimbotana, ya que nunca ha contado con crematorio para deshacerse de los restos.

Recientemente en la canonización representantes del Papa Francisco estuvieron en la inauguración de la Clínica Ontológica ubicada dentro del mismo campus universitario donde se manipula los cadáveres con motivos académicos, la cual se presentó como si tuviera la mejor infraestructura del norte del país.

Con ésta denuncia queda totalmente desmentida dicha calidad, ya que una inversión tan millonaria financiada por las pensiones de los alumnos, no cumple con tan básicos requisitos. Todo esto suma más penumbra a las denuncias de sobrevaloración en las construcciones y enriquecimiento ilícito que pesan sobre el cuestionado rector.

Llama la atención que universidad del vaticano protectora de las buenas costumbres  trate de esta manera a los difuntos, demostrando poco respeto por los cuerpos sin vida de la comunidad.

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